sábado, 8 de agosto de 2009

BAJADA DE LECHE


Primeros días:

Al principio, ni bien nace y te lo acercan al pecho, lo único que tu bebé succionará son unas pocas gotas de calostro, una leche amarillenta que se segrega los primeros 4 o 5 días después del parto.


El calostro es fundamental para el bebé porque aporta muchos anticuerpos que lo protegen de enfermedades infecciosas que la madre haya padecido. Además contiene sustancias semejantes a los antibióticos, que van a proteger a tu hijo de muchas enfermedades.


La bajada:

Es unos días después del parto cuando tus senos comenzarán a producir leche. Es fundamental que estés preparada para la llamada “bajada de la leche”, porque suele ser abrupta y puede producir algún dolor por el endurecimiento de los pechos. Para aliviarte, puedes colocar paños fríos sobre tus pechos o aprovechar y mientras estás en la ducha, darte un masaje suave debajo del agua tibia, desde la periferia hasta el pezón. Así además de relajar tu cuerpo descongestionarás la zona.


Algunos malestaresEs posible que tengas un poco de fiebre en el momento de la bajada de la leche. ¡No te asustes! Estos síntomas parecidos a los de la gripe, desaparecen cuando tu bebé produce un vaciamiento adecuado de las mamas. Si los síntomas persisten consulta a tu médico porque puede tratarse de una complicación llamada mastitis Poco a poco, y a más tardar en dos semanas, producirás una mayor cantidad de leche que se adecuará a la mayor demanda que va ejerciendo tu bebé.


Poca o mucha leche:

Puede ocurrirte que por estrés o alguna enfermedad, tu provisión de leche disminuya. Comer alimentos sanos y nutritivos y tomar mucha agua va a ayudarte. Si te sigue pareciendo que la bajada de leche es insuficiente consulta con algún especialista en lactancia materna.Si tu bebé hace arcadas o se aleja del pecho después de haber empezado a mamar, puede ser que tengas una bajada excesiva de leche.


En este caso aleja a tu bebé unos minutos del seno hasta que el flujo de leche disminuya. Otra opción es colocar a tu bebé de manera tal que la parte superior de la garganta quede a mayor altura que el pezón. Así la leche deberá hacer un recorrido ascendente durante la bajada, haciendo que el flujo sea más lento. También puedes bombear la leche justo antes de amamantar y conservarla o desecharla. Esto además permitirá que el bebe tome mas leche de la segunda bajada, que contiene niveles más altos en grasas.

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